jueves, 6 de septiembre de 2012

Capitulo 8. Como una princesa.


-¡¿Cómo reprobaste primer año?!
-Daba lo mismo aprobar o no-se encogió de hombros.


Después de dar un largo recorrido por la enorme Universidad y que Bill me mostrara cada uno de los rincones de ésta, decidimos parar a descansar en una de las bancas que hay en el campus.

-Pero es tu carrera, tu futuro.
-Cuando todo eso no depende de ti ¿Qué importancia tiene?
-Oh, ¿no te interesa la medicina?-lo miré extrañada.
-No es lo mío-dio un sorbo a su refresco-lo mío es la música. Fui forzado por mi padre, él decía que la música es un desperdicio y no quería que yo me adentrara en ese mundo así que me forzó a estudiar medicina y fue por eso que no me empeñe en aprobar primer año.
-¿Seguirás reprobando apropósito?
-No tengo necesidad de hacerlo, mi padre se largo de mi vida y la de mi madre hace unos meses, pero esa es otra historia.
-¿Por qué sigues aquí? Bien podrías dejar la Universidad y dedicarte a la música.
-Sinceramente ahora prefiero tomar la música como un pasatiempo o una pasión. Quiero ayudar a las personas, servir a la comunidad y creo que convirtiéndome en doctor es la mejor forma. Ahora que mi padre se largo no me siento forzado a estudiar.
-Joder, ahora vas a cursar primer año de nuevo, que pereza.
-Ni tanta. Sé lo que estudiaremos, las tareas, proyectos, respuestas y sobre que tratan los exámenes sorpresa que hace el maestro Frank-se río.
-Presumido, eso no quita que eres el más viejo de la clase.
-Eh, que solo es un año de diferencia-me miró entre serrando los ojos-.No me ofendas que no te ayudare con los trabajos, créeme que son complicados.
-Uy, está bien-le mostré la lengua.
-Ya-dio un último sorbo a su refresco, se puso de pie y tiró el envase en un bote de basura-aun tengo que mostrarte algo.
-¿Aun hay más? Dios, no, estoy cansada.
-Dale, te encantara, es lo mejor en este maldito lugar.
-¿A dónde vamos?
-Ya lo veras-me sonrió y me dispuse a caminar tras de él.

~****~

-¡La hermosa faculta de Arte y Música!-dijo con una gran sonrisa.
-¡Maldito! ¿Por qué no me mostraste esto desde un principio?
-¿Te suena la frase “lo mejor para el final”?-me reí.
-Si, si. Definitivamente esto es lo mejor-miré el gran edificio frente a mí y en eso sonó la campana que marca el fin del descanso.
-Vamos, hay que entrar-me tomó del brazo y comenzó arrastrarme hacia la facultad.
-¿No oíste la campana? Tenemos que volver a clase.
-Pero debes ver la facultad.
-No me saltare una clase, Bill. Podemos entrar otro día-me solté de su agarre-Ahora, vamos que estamos lejos.

Estábamos tan lejos de la facultad (al otro lado del campus) que no tuvimos otra alternativa que correr para llegar a tiempo a clase. Llegamos justo cuando una nueva profesora entraba al aula, la mujer nos hizo mala cara cuando, literalmente, la empujamos para entrar antes que ella.

-¿Así que… William?-preguntó Maylu una vez que me encontraba sentada a su lado.
-¿Qué?
-Te vi entrar con él-enarcó una ceja.
-Oh, me mostro la U.
-Hace unas horas decías que es un odioso.
-Me retracto, es un encanto de chico. Se disculpó por el mal trato que me dio en la mañana.
-¿Te gusta?-preguntó, comenzando a hablar en susurro para impedir que la profesora se diera cuenta de nuestra charla.
-Claro que no, apenas lo conozco-me apresure a responder.
-Ay, pero es lindo, sin importar las ropas y el hecho de que se maquille, eso si que no me lo niegas-ambas dirigimos la mirada a Bill, quien estaba sumergido en uno de sus tantos dibujos.
-Es lindo, pero hasta ahí, Maylu-Bill se dio cuenta de nuestras miradas clavadas en él, nos miró y dedicó una sonrisa a ambas, después volvió a su dibujo.
-¿Crees tú que sea gay?-ninguna apartaba la mirada del chico.
-Nunca se sabe. Pero, no juzgues un libro por su portada.


La campana sonó dando fin a la jornada de clases, el aula, al igual que el resto de ellas, comenzó a vaciarse de apoco; tomé mi mochila y camine con Maylu hacia la puerta, pero antes de poder salir una voz, ya conocida para mi, nos hizo detenernos y un sonriente Bill se acercó a nosotras.

-¿Puedo hablar contigo a solas un minuto?-se dirigió a Maylu.
-Ehm… claro-lo miró extrañada.
-Creo que los veo después. Adiós.

Salí del aula como alma que lleva el diablo. ¿Que será lo que Bill querrá hablar con Maylu? estaba segura de que él se acercaría a hablarme a mi, no a Maylu, pero no fue así y llego directo a ella.
Una ves que me encontraba fuera de la facultad deseché aquellos pensamientos y me dispuse a intentar encontrar a Thomas entre la gente que salía tras de mi.

-¿Acaso me buscas, linda?-susurraron tras de mi, lo que provocó que me girara de golpe.
-Santo Dios. Me sacaste un susto, Georg-él rió.
-¿Buscas a alguien? ¿Ese alguien soy yo?
-Ehm, si y no. Busco a Thomas ¿Lo has visto?
-Cuando acabo la clase salió disparado del aula, las chicas comenzaron a perseguirlo y mejor se largo.
-¿Dices que ya se marcho?
-Supongo… no tienes quien te lleve ¿cierto?
-No-fruncí los labios-. Los otros chicos, Naoki y Dave ¿se fueron con él?
-Ni idea. Dave debe andar con su novia y Naoki no es amigo de Thomas, dudo que se haya marchado con él.
-¿Tú como te iras?
-¡(tn)____!-miré sobre mi hombro y Maylu me llamaba desde lejos agitando su mano en señal de que me acercará.
-No iré al departamento, tendré un juego de baloncesto. ¿Quién es ella?-preguntó Georg, mirando a Maylu.
-Maylu, es mi compañera de clase-lo miré extrañada al notar que no apartaba la mirada de ella-¿Por qué?
-Curiosidad-respondió con simpleza sin dejar de mirarla-. Bueno-dirigió su atención hacia mi-nos vemos, preciosa-besó mi mejilla y se marcho.

Fui a donde Maylu, cuando llegue a ella note que no apartaba la vista del camino por donde se había ido Georg y un leve rubor coloreaba sus mejillas.

-Oye-la llamé, pero seguía sin darse cuanta de mi presencia. Pellizqué su brazo logrando llamar su atención.
-¡Auch! ¿eso por que?-sobó su brazo.
-¿Te gusta Georg?
-¿Quién es Georg?
-El chico con el que hablaba.
-Oh… es lindo. ¿Es tu amigo?
-Algo así. ¿Qué querías decirme?
-Ah, sí, Bill se disculpó por su comportamiento de en la mañana. Es un encanto ese chico.
-¿Bi-bill?
-Ahora resulta que su nombre es Bill, es algo extraño eso de los nombres, pero quiere que lo llame así ¿no es raro? Me preguntó muchas cosas, pidió mi número, también me invitó a una reunión que harán en la facultad de Arte en la noche, no entendí muy bien de que se trata pero creo que es sobre los chicos que querían dedicarse al arte y no lo lograron. Me tengo que ir, (tn)____. No sé donde pueda anda mi hermano y necesito saber si iremos a la reunión. Tú iras, ¿cierto?
-No. No me invitó-dije un tanto, muy desilusionada.
-¿Enserio? No, que va, si tú no vas yo tampoco. Te llamo mas tarde ¿bueno? Adiós-besó mi mejilla y se marchó dejándome sorprendida por su repentina dependencia hacia mi.

Una extraña tristeza me invadió por completo. Saqué mi Ipod, me coloqué los audífonos y acomodé bien mi mochila a mi hombro. Traspasé el campus con paso decidido sin importarme las extrañas miradas que muchos me dedicaban. Será un camino largó hacia el departamento.

A lo lejos pude divisar mi departamento, la camioneta estacionada enfrente y a Thomas recargado sobre ésta charlando con una chica. Pude imaginarme la escena desde cerca, Thomas con una cara de fastidio y la chica sin la capacidad de cerrar la boca y darse cuanta que a mi hermano no le interesa.

-¿No crees que el volumen es demasiado fuerte?

Sentí como uno de mis audífonos fue desprendido de mi oído, me giré a mirar a quien había dicho aquello. Sentí la sangre hervir y una enormes ganas de tirarle un puñetazo.

-No-le arranqué el audífono de la mano-. ¿Que quieres, Bill?
-Te llevo persiguiendo desde hace tres calles. Te quedaras sorda con la música tan fuerte.
-Vuelvo a preguntar, ¿que quieres?
-Hablar. ¿Algo te molesta?
-No es de tu incumbencia-seguí mi camino, pero el me siguió el paso.
-¿Estas molesta conmigo?
-Por favor, no hagas preguntas, dime lo que tengas que decirme y déjame tranquila.
-Ehm… quería invitarte a una reunión en la facultad de Arte, será a las siete de la tarde, la reunión es para los chicos que…-me detuve en seco y lo mire con enojo-¿Qué pasa?
-¿Es para ti importante ganarte mi amistad?
-Claro que si, pero ¿a que viene eso?
-Invitaste a Maylu, le pediste disculpas por como la trataste en la mañana, su numero e incluso le pediste que te llame “Bill”. Exactamente lo mismo que conmigo, al parecer es también muy importante ganarte su amistad.
-¿Eso es lo que te tiene molesta?-preguntó con una leve risilla.

Él tiene todo el derecho de socializar, hacer amigos, pero el imaginarme que quizá le haya dicho las mismas palabras “Acabo de agregar un nuevo propósito a mi lista, ser tu amigo” a cada una de las chicas que conoce me hace doler el corazón.

-Vete al diablo-mis ojos comenzaron a arder, pero antes de que pudiera marcharme me atrajo hacia él envolviéndome en sus brazos, fue ahí cuando una lagrima traicionera calló por mi rostro.
-Soy amable, eso es lo que soy, (tn)____. Siéndote sincero, tu amistad es la que mas me importa obtener ahora.
-¿Po-por que?
-No lo sé-respondió sincero-. Quiero ser tu amigo, siento que necesito y debo serlo.
-¿A quien mas le has dicho que ser su amigo es tu nuevo propósito?
-Solo a ti.

Nos quedamos en silencio, mientras yo disfrutaba de la calidez que me brindaban sus brazos al abrazarme. El último hombre en abrazarme fue mi padre, Thomas no lo ha vuelto hacer y me alegra que Bill haya sido el primero en hacerlo después de tanto tiempo.

-Eres mas sensible de lo que imagine-rió y lo miré con los ojos entre cerrados, claro que no deje de abrazarlo.
-Deberás tratarme muy bien, me desmorono muy rápido.
-Te tratare como a una princesa-sonrió lo que me provoco sonreír yo también.
-Que quede claro que aun no eres mi amigo, solo un conocido.
-Un conocido al que te encanta abrazar-alzó una ceja y me contuve de decir un “si, me encanta”. Me había olvidado que estábamos muy cerca de mi departamento, miré a mi costado y Thomas nos miraba atentamente ignorando a la chica que tenia enfrente, así que a regañadientes tuve que soltar a Bill.
-¿Ya no quieres abrazarme?-hizo un puchero, el cual me pareció muy tierno.
-No, ya no. Lo are mañana.
-Puedes hacerlo en la tarde, en la reunión.
-No sé si pueda ir, tengo cosas que hacer y…-hizo otro puchero-. Bien are lo que pueda-sonrió hermosamente-. Me voy, llego tarde para la comida.
-¿Cuál es tu departamento?-miró a nuestro alrededor buscando el lugar.
-En donde esta la camioneta negra.
-Oh…-ubicó el lugar y después me miró intrigado-. Ese es el departamento de Thomas Zurffi.
-Ehm, si, vivo con él.
-Los departamentos no pueden ser mixtos. Diablos, ¿que haces tú viviendo con ese?-abrió los ojos a tope, suspire, me puse de puntillas y besé su mejilla.
-Es una larga historia. Nos vemos.

Le di la espalda y camine, pude sentir la mirada confusa e intrigada de Bill a mis espaldas. Cuando llegué hasta donde mi hermano bese su mejilla, a pesar de que aquello le desagrada quiero tener alguna muestra de afecto con el; Thomas me miraba con el ceño fruncido y la chica con la que “conversaba” quedó con la boca abierta y echando humo por los oídos al ver el beso y verme entrar al departamento de Thomas sin algún juicio de parte de él por alguna de las dos acciones, como si de su novia, amante, conquista o cualquiera de esas cosas se tratara.


                 

domingo, 27 de mayo de 2012

Capitulo 7. Recomenzar.

Las primeras horas de clase habían terminado y era hora del almuerzo.
Maylu, aquella chica alocada hizo que el tiempo entre clase y clase se me pasara volando, platicaba conmigo como si me conociera de hacia ya años, el entusiasmo y alegría que había en cada palabra que salía de su boca me hacían sentir cómoda y alegre. Tal vez puede llegar a ser una gran amiga, pero eso a
ún está por verse.

-¿Entonces, almorzaras conmigo?-me preguntó, mientras guardaba algunos libros en su casillero.
-No, tal vez mañana, pero igual gracias.
-¡Oh vamos!-hizo un tierno puchero con sus labios-¿Es por mi hermano cierto?-puso los ojos en blanco-Que va, no te preocupes por él, es un encanto, algo tímido cuando se trata de personas que no conoce, pero es muy social.
-No, no es por tu hermano-fingí una sonrisa.

En realidad él era el problema, en toda la mañana Maylu no había parado de contarme sobre su asombroso y perfecto hermano, me contó tantas hermosas anécdotas que ni siquiera el nombre del chico recuerdo. Según me contó son muy unidos y tienen planeado almorzar juntos en su primer día; Maylu está decidida en que quiere que almuerce con ellos, pero eso sería ser masoquista, un ambiente fraternal no es para mi.

-¿Entonces?-me preguntó y serró su casillero.
-Quede con alguien para desayunar-dije la primer excusa que me llego a la mente.
-Valla debí suponerlo-suspiro pesado-una chica linda como tu debe ser muy popular y siendo así debes tener a miles de chicos y chicas esperando por una oportunidad de pasar tiempo contigo ¿Por qué creí que yo tendría más suerte que los demás?-se pregunto a si misma dramáticamente.
-Ey,ey,ey detente un momento. En primer lugar, no soy una chica popular y mucho menos hay chicos esperando por mi.

¡Oh! Genial (tn)____ insúltate a ti misma.
Ahora que puedo decirle, no almorzare con nadie. Diablos…¿en qué lio me he metido?

-Bien, solo dime que no quieres almorzar conmigo y listo-me miro con tristeza.
-Maylu, me encantaría almorzar contigo, pero almorzare con…-me miró esperando una respuesta-con…mi hermano-sonreí falsamente.
-¿Tienes un hermano? ¡Aun mejor! Podemos almorzar los cuatro juntos-los ojos le brillaron.
-No, perdón. Esto es cosa de hermano y hermana, tu entiendes ¿no?
-Ah, en ese caso no hay problema, pero pronto tienes que presentarme a tu hermano y yo al mio ¿si?
-Eh…claro. Nos vemos mas tarde-sonreí, me di media vuelta y tome rumbo a la cafetería.

No eres más tonta porque no eres más grande Zürffi ¿Tu hermano? ¿Thomas, en verdad? Pudiste a ver dicho un amigo, tu novio, o alguna otra cosa ¡pero no! ahora Maylu cree que almorzare con mi hermano y para colmo quiere conocerlo ¡jamás le presentare a Thomas! Agh (tn)____ eres tan torpe…





-¿Puedo sentarme?-dijo sonriente.

¿Es una broma? ¡Este tipo no puede ser más sínico!

-¿Hablas en serio?-su sonrisa se agrando aun mas- Jodete ¿si?-lo mire con desprecio y volví la vista a mi bandeja de comida.

El muy idiota dejó su bandeja sobre la mesa y se sentó frente a mi restándole importancia a mi insulto anterior ¿Qué se necesita para que entienda que no quiero que este aquí?

-Escucha-dijo él- se que empezamos con el pie izquierdo, pero quiero arreglar las cosas ¿Por qué no rebobinar la cinta y comenzar desde cero? Hola, soy Bill, Bill Kaulitz-extendió su mano hacia mi.

¿Bill? Pero si él dijo llamarse William. Esta loco si cree que la tomare, a este hay que pagarle con la misma moneda para que entienda que conmigo no se mete.
Mire su mano por un segundo y después lo mire a la cara.

-Lárgate idiota.
-Ok, ok. Esto no está resultando-alejó su mano-Perdona por ser tan grosero hace unas horas pero estaba ocupado con mi videocámara y llegaste a interrumpirme, siempre estoy de mal humor por las mañanas y odio que me interrumpan cuando estoy ocupado.
-No me interesa ¿Qué no entiendes?
-Por favor-volvió a extender su mano-tómala-sonrió tiernamente.

Que sonrisa es…hermosa.
Es tan sincera, tierna, dulce, infantil, es como ver a un niño, un extraño niño.
Agh espero no arrepentirme de esto…

-Hola, Bill-tomé su mano y su sonrisa se agrando aun más.
-Hola (tn)____.
- ¿Recuerdas mi nombre?-solté su mano y lo mire confundida.
-Si, no lo parecía, pero después de todo recuerdo cada una de las palabras que salieron de tu boca.
-Oh-sentí como mis mejillas se ponían rojas.

Sin saber porque, me sonroje. Quizá es porque eso sonó como un alago, cualquier chica se sentiría alagada por la atención de un chico, supongo.

-Yo me llamo (tn)____ ¿pero tu? ¿William o Bill?-lo mire acusante.
-Oh eso. Soy Bill William, pero odio el segundo así que llámame Bill.
-Si no te gusta tu segundo nombre ¿Por qué te presentaste como William conmigo y cuando lo de las presentaciones en la clase?
-Es simple, solo mis amigos me llaman Bill y todos en la clase son desconocidos, así que no hay razón alguna por la que deban saber mi primer nombre-dijo seguro mientras sonreía.
-¿Por qué quieres que te llame Bill y no William?
-Porque acabo de agregar un nuevo propósito a mi lista.
-¿Y ese cual es?
-Ser tu amigo-sonrío tiernamente y me derretí por dentro.
-¿Tu quieres ser mi amigo?-mis ojos se iluminaron sin razón alguna.
-Claro que si-se rió.

Su sonrisa es hermosa y su risita es como la de un pequeño niño.
Él voltio a mirar a un chico que lo llamaba desde lejos y le hacia unas señas extrañas que solamente él ha de entender. Eso me dio el tiempo suficiente para admirarlo por un rato: ojos miel, nariz simétricamente perfecta, cabello negro con un peinado alocado, piel blanca como la nieve, labios carnosos y rosados, un tatuaje con la escritura ‘‘libertad 89’’ en el ante brazo izquierdo, maquillaje y esmalte de uñas negro que por alguna extraña razón no lo hacen parecer poco hombre. Sus ropas combinadas a la perfección con su estilo único, una camiseta blanca con estampados en negro, unos jeans pitillo, botas militares y accesorios como cadenas, muñequeras, un guante negro de cuero en la mano derecha y por ultimo dos pircings uno adornando su ceja derecha y el otro en la lengua.

-¿Tengo algo en la cara?-su risa me trajo de nuevo a la tierra.
-¿Eh?-sacudí mi cabeza tratando de ubicar mi mente.
-Hace ya un rato no dejas de mirarme-se rió.

Comenzaba a ponerme roja de la vergüenza ¿Cuánto tiempo había estado mirándolo? Y los mas importante ¿en qué momento él dejo de hablar con el chico aquel y se dio cuenta de que lo miraba?

-Te miraba…bueno, es que tienes un estilo único.
-Ya me lo han dicho-dijo orgulloso.
-¿Hace cuanto tienes los pircings?-pregunte intentando cambiar de tema.
-El de la ceja lo tengo desde los 9…
-¡¿Los 9 años?!-lo interrumpí-¡Como se te ocurrió hacer tal cosa tan pequeño! ¿Cómo lo ocultaste de tus padres?-comenzaba a ponerme curiosa.
-La opinión de mi padre nunca me importo y mi madre, bueno ella es una mujer extremadamente liberal.
-¿Ella te permitió hacértelo tan chico?
-No pedí ningún permiso, cuando lo descubrió lo único que hizo fue darme un regaño y un sermón, pero nunca me prohibió traerlo.
-Tu madre debe ser maravillosa.
-Lo es, te aseguro que lo es-miro al vacio con una sonrisa ¿melancólica?-¿Por qué no te doy un tour por la Uni?-preguntó repentinamente.
-Por si no lo has notado estoy comiendo.
-¿Comiendo? No has probado ni un bocado, lo único que has hecho es jugar con el tenedor.
-¿Me has estado espiando?-lo mire acusante.
-No-enarque una ceja-Ok sí, pero cualquiera podría darse cuenta que tu comida sigue igual que cuando la sirvieron.
-Agh, no estoy de ánimos para un tour.
-Eres nueva aquí, necesitas conocer el lugar, por favor-me miro suplicante.
-No hagas eso.
-¿Hacer qué?
-Eso, mirarme con carita de niño regañado.
-Ah, esto-volvió a mirarme de la misma forma-¿me dejaras ser tu guía?-hizo un tierno puchero con el labio.
-Te odio-di un suspiro-dale vamos.
-¡Si!-sonrió y aplaudió de felicidad.
-¿Pero y tu comida?
-Déjalo, no tengo hambre, vamos-se puso de pie y me tomó del brazo.
-Espera, espera mi bolso-tomé mi bolso como pude.
-¡Dale ya!-tiro de mi brazo mientras salíamos de la cafetería.

Tiene la energía y carisma de un niño de 5 años.
Si…Bill me agrada.


             

sábado, 28 de abril de 2012

Capitulo 6. ¿Nueva amiga?


-Ok…yo me largo-hablo Dave-que ya quiero ver a mi hermosa Paola-sus ojos brillaron al mencionar a la chica, supongo que su novia-Nos vemos en clase, gusto en conocerte (tn)____-sonrió y se marcho.
-Vámonos, Georg-ordeno mi hermano.
-Thomas… ¿podrías decirme donde queda mi aula?-pregunte mirando el gran campus.
-Por algo te dieron un horario y un mapa ¿Qué no?-dijo indiferente-Perdón…olvide que eras demasiado estúpida como para lograr descifrar un mapa-se marcho sin más que decir, dejándome con el común dolor en mi pecho.
-Preciosa yo te llevaría, pero si no entró a clase a tiempo-hizo una pausa y segundos después prosiguió-bueno el profesor ya me tiene bien vigilado-rio-Pero Naoki te lleva el conoce la facultad, ¿o no Naoki?-miro al chico y este asintió… Naoki lo miraba con…¿miedo?-Adiós preciosa, espero verte más tarde-besó mi mejilla y apresuro el paso, supongo para alcanzar a mi hermano.
-¿Vamos?-escuche hablar a Naoki por primera vez.
-Mmm-reaccione-claro.

Caminamos en silencio, al entrar a la facultad me dedique a seguir a Naoki….enorme lugar, pero ese no es el punto, yo nunca me mantengo con la boca serrada a menos que Thomas este presente. Siempre me he caracterizado por ser una persona social y alegre…aunque Thomas se ha encargado de terminar con esa alegría de apoco.
Es extraño... Maldición, este chico es muy callado ¡me altera!

-Y… ¿de dónde eres?-decidí hablar, si él no lo hace lo hago yo.
-China-me miro de reojo-¿tu?
-Berlín-sonreí-¿Qué edad tienes?
-18… ¿tu aula?
-¿Qué?-lo mire extrañada, el chico es muy esquivo.
-Tu aula, ¿qué aula te asignaron?
-Ah eso, espera-me detuve un momento y busque el horario de clases en mi mochila-aula A-5
-¿Tu casillero?-saque la llave de uno los bolsillos de mi chaqueta.
-114-respondí.
-Tu casillero queda en este mismo piso solo necesitas buscarlo, ya tendrás tiempo para eso…sígueme-lo seguí unos cuantos metros hasta que lo vi detenerse-aquí estamos…aula A-5.
-Gracias, Naoki-mire la gran puerta para después mirarlo a él-te debo una-sonreí.
-Claro no hay problema, nos vemos después (tn)____-lo observe hasta perderlo de vista cuando doblo en unos de los largos pasillos.

Observe la puerta con una pequeña placa en color oro marcada con un ‘‘Aula A-5’’ durante unos segundos, di un largo suspiro, tome la manija y la gire con nerviosismo.
Una gran pizarra, un escritorio, pupitres perfectamente ubicados en hileras, chicos charlando muy cómodamente, risas, gritos de alegría, adolecentes por todos lados, los rostros de algunos mostraban nerviosismo mientras que el resto simplemente se notaban muy relajados.
Algunos me miraban muy interesados como preguntándose ¿quién es? o ¿qué le paso a esa chica? otros simplemente no le dieron importancia a mi llegada o a mis marcas de brutalidad en el rostro. Camine con timidez a la parte posterior del aula, siempre he dicho ‘‘entre menos seas detectado por el profesor mucho mejor’’
Antes de poder ubicarme en algún asiento una voz me obligo a darme la vuelta

-¡Hola!-chilló la chica con una gran sonrisa plasmada en el rostro-soy Maylu-me tendió su mano-¿tu?
-Mmm-la mire extrañada, pero igual la tomé-(tn)____.
-Lindo nombre-rió y dio un gran suspiro-primer año de Universidad ¿no es genial?
-Supongo-sonreí, la chica asusta.

Cabello castaño, largo, ondulado, ojos marrones y rasgados, una chica amigable, alegre y chiflada a simple vista…su rostro me perece algo familiar…facciones muy comunes en personas de China, Japón, Tokio…sin duda la chica es asiática.

-Creo que…iré a sentarme.
-Siéntate a mi lado, mi pupitre es aquel-señaló un pupitre ubicado en el medio del aula-¿si?
-Gracias, pero prefiero sentarme hasta el fondo.
-Ash-hizo un puchero-te guardare el asiento por si cambias de opinión-me regalo una última sonrisa y se marcho con un grupo de chicas que charlaban muy plácidamente.

Avance hasta llegar a un pupitre perfectamente ubicado tal y como a mi me gusta: hilera de en medio ultimo asiento.
Pero no tengo idea de si alguien ya se ubico aquí…mejor preguntar. 

-Disculpa… ¿este asiento está ocupado?-pregunte a un chico del pupitre de al lado.
-Cuando te sientes lo estará-me miro por unos segundos y después volvió su vista a la videocámara que sostenía en sus manos.

Me senté en el pupitre a un lado del chico y deje mi mochila en el suelo.

Odio escuchar tanto ruido y no ser parte de él… no conozco a nadie en este lugar ¿con quién puedo charlar? ¿Maylu? Me asusta, después será…¿el chico a mi lado? Parece estar muy entretenido con su camarita…pero por alguien debo empezar ¿no?

-Hola-me gire en mi lugar y sonreí-soy (tn)____-le ofrecí mi mano, el solo la miro, después a mi y sin tomarla volvió su vista a la camarita…chiquillo descortés.
-William-respondió.
-Ah-aleje mi manó…me sentí humillada-Wou-exclame impresionada-¿los hiciste tu?

Una libreta reposaba en su pupitre, la tome…el chico dibuja muy bien tiene talento. Ojee la libreta y revise algunos bocetos y dibujos muy lindos…hasta que sentí como el chico me arrebataba la libreta de las manos…este tipo no tiene modales

-Si, yo los hice ¿quién si no?-dejó la libreta sobre su pupitre-¿acaso no sabes lo que es la privacidad? No tomes mis cosas de ese modo.
-Lo siento, es solo que…tus dibujos son muy lindos solo quería verlos…
-Déjalo así-me interrumpió y volvió a ocuparse de su estúpida cámara.
-¿Grabaras algo en especial?-dejó la cámara en el pupitre y se giro a mirarme con irritación reflejada en sus ojos.
-Por si no lo has notado estoy ocupado, no estoy para ‘‘socializar’’-hizo comillas con sus dedos-en este momento, ¿podrías por favor ocuparte de tus propios asuntos y dejarme tranquilo?
-Valla pero que pesado eres-me queje y giro los ojos, después volvió a lo suyo.

En este momento quisiera no haber rechazado la oferta de Maylu…dijo que me guardaría el lugar ¿cierto?
Me puse de pie, recogí mi mochila del suelo…si tendré a una persona a mi lado prefiero que no sea alguien tan pesado como ese chico, ya tengo suficiente con tolerar el humor de Thomas no estoy para aguantar a alguien más.
Pude divisar a Maylu sentada en su pupitre muy entretenida con su celular…el asiento a su lado aun está vacío, espero que no me niegue el lugar.

-Maylu-di unos leves golpecitos en su hombro para llamar su atención-¿el lugar aun esta libre?-despegó su mirada del celular y se giró a verme.
-Claro-guardó el celular en el bolsillo de su pantalón-siéntate. ¿Por qué cambiaste de opinión?-deje mi mochila en el suelo y me senté.
-Digamos que mi compañero de al lado no es muy amigable-suspiré.
-¿Así?-rió-¿y quién es?
-Aquel chico de haya-señale al odioso William.
-Oh-se rió-¿William?-me miró- Desde que llegue ese chico parece muy ocupado con su camarita.
-¿Lo conoces?-pregunté.
-No realmente, solo se su nombre. Me presente con cada chico y chica de la clase…ya sabes para socializar, pero él no parece ser muy amigable.
-Y valla que no lo es-ambas reímos.

Después de todo Maylu puede ser algo loquita, pero es agradable…tal vez me gané a una nueva amiga, pero no me apresurare no puedo llamarla amiga…no hasta saber cuál será su reacción cuando se entere de mi apellido, o más bien, que mi hermano es el Dios Griego Thomas Zürffi.

Después de un rato un hombre, bajito, de cabello algo canoso, con pinta de profesor entro al aula…definitivamente mis sospechas eran ciertas, él era el profesor ya que se presento ante la clase como el ‘‘Doc. Frank Brooks’’… al menos es un hombre agradable.

                                

Capitulo 5. Primer día.


-¿Acaso tu crees que yo…?-me señale a mi misma-No, no, no. Yo no soy ninguna cita de Thomas-me apresure a decir.
-¿A no? ¿Entonces qué haces acá?-me miro interrogante.
-Yo-dije con firmeza-vivo acá.
-¿¡Vives acá!?-se puso de pie y me llevo hasta el sillón-¿Entonces tu eres el nuevo compañero del que Thomas no quería hablar?
-Compañera-corregí-Y si, supongo.
-¿Eres su novia?-entre cerró los ojos.
-No, soy su hermana.
-¿Hermana? Thomas no tiene hermanos o al menos nunca lo ha mencionado-bajé la mirada con tristeza. El nunca me ha mencionado, se avergüenza de que la gente se llegue a enterar que tiene una hermana o quizá de que esa hermana sea yo-¡Un momento! Yo te recuerdo, te he visto antes; una vez cuando Thomas y yo viajamos a Berlín por arreglar unos asuntos con su tía Eliza-entre cerró los ojos y frunció el seño-Tu eres la chiquilla de 15 años que me tiro su soda encima por llamarla nerd-en ese momento los recuerdos llegaron a mi como relámpagos.
-Es cierto, eres el chico de los musculotes-sonreí al recordarlo-te merecías lo de la soda, no tenias porque llamarme nerd-fruncí el seño.
-Si supongo que me lo tenía merecido-rió-Valla…primera y única impresión que me lleve de ti. Nunca más te volví a ver o a saber nada de ti, cuando a Thomas le preguntaba sobre su hermana siempre le sacaba la vuelta al tema.
-¿Preguntabas por mi?-lo mire y arque una ceja.
-Si-bufó-a pesar de que me tiraste tu soda encima, me pareciste muy linda-me guiño un ojo-y si antes me parecías linda ahora mucho más. ¡Mírate! Los años te sentaron muy bien, estas tan…sexy ¿Qué edad tienes, 18, 19? Eres toda una mujer universitaria-sonrió y me sonroje al instante.
- Tengo 18 solamente.
-¿Y? Sinceramente creí que eras la cita de Thomas, el frecuenta chicas hermosas como tu-reí sin ánimos, me recordó a Thomas y me deprimí al instante.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-se sentó a mi lado y me miro.
-La que quieras, preciosa.
-¿De verdad Thomas nunca ha hablado de mi, ni siquiera un poco?
-No. Hemos compartido apartamento durante los últimos dos años y nunca menciono algo sobre ti, si no fuese porque me pidió que lo acompañara a Berlín tal vez nunca me hubiese enterado que tiene una hermana.
-Ah-suspire con tristeza-¿tu eras su compañero? ósea ¿tu vivías aquí con él?
-Exacto.
-¿Y ahora donde vives?
-Me asignaron otro apartamento, ¿por qué? ¿iras a visitarme?-arqueó una ceja, yo solo reí-me honrarías con tu presencia.
-En ese caso…algún día te visitare-sonreí.
-Me parece perfecto.

Se formo un silencio incomodo, incomodo porque Georg no dejaba de mirarme, no era una mirada acosadora…si no preocupada o eso me pareció a mi

-Preciosa ¿qué te paso en el labio?-instantáneamente rose la herida con mis dedos, me había olvidado por completo de cubrir las heridas.
-Ah, no es nada, solo…-él me miraba esperando una respuesta, piensa en una escusa (tn)____, vamos piensa-fue un accidente con eso de la mudanza. Uno de los cajones de la cómoda estaba atascado y tire de él para sacarlo…pero cuando logre hacerlo salió disparado contra mi rostro y…me dio en el labio.
-¿A si?-dijo, realmente no se notaba convencido- ¿y cómo explicas los moretones en tus brazos?-alzó una ceja.
-Bueno…es solo que…
-Deja de perder tu tiempo, Georg. Vámonos de una vez-ordeno mi hermano que venía bajando las escaleras…al menos me había librado de aquel interrogatorio.
-Hey, hombre te tardas una eternidad-Georg se puso de pie y saludo a Thomas con esas típicas palmadas en la espalda…realmente nunca he entendido el objetivo de eso-semanas sin verte, el verano fue aburrido. ¿Qué tal el tuyo?
-Tu sabes…la misma rutina de siempre. 
-Joder, Thomas. ¿Tan difícil era contarnos que tu hermana seria tu nueva compañera?
-No tenia, no tengo, ni tendré razones para contárselo a nadie-dijo al tiempo que me miraba…con asco-Vámonos de una vez…carajo.-caminó hacia la puerta con nosotros dos detrás de él.
-Dave me llamo, dijo que mañana temprano pasara para llevarnos a la Uni-comento Georg.
-¿Acaso se olvido de quien hace eso aquí? Es un imbécil, llámalo, dile que iremos en mi camioneta-ordenó.
-Thomas antes de que te marches… ¿tengo que esperarte despierta?
-Me da lo mismo.
-Mañana… ¿mañana iré contigo o…
-Arréglatelas tu sola, no eres una niña.-dicho esto salió y se montó en el auto, que al parecer es de Georg-

Me dedique a mirar el suelo.
Estoy acostumbrada a ese trato de su parte, pero eso no significa que no me duela…duele y demasiado.

-(tn)____-la voz del chico de ojos verdes me trajo de vuelta a la tierra-no te preocupes...tratare de convencer a Thomas que te lleve, si no lo logro, yo mismo te llevo…total-bufo y me dedico una dulce sonrisa.
-¿En cerio?-mis ojos brillaron al instante.
-Claro-rió-me voy que el ogro me espera-señalo con la mirada a Thomas-nos vemos encanto-beso mi mejilla.

Tan pronto como los vi marcharse cerré la puerta, me deslice en ella hasta topar con el suelo, di un largo suspiro…Georg es un encanto, solo me conoce de unos minutos y ya está haciendo cosas por mi, es tan lindo y sus ojos son de un verde tan… ¡alto ahí Zürffi! no comiences a delirar, el chico es lindo, pero solo eso… ¡se acabo!
Me puse de pie y decidí hacer algo de provecho.
Mañana es mi primer día en la Universidad, solo espero por esta ocasión conseguir amigos verdaderos… ¿Qué será lo que me espera?

¡Bip bip bip! 
El incesante sonido de la alarma me saco de mi hermoso sueño, como lo odio, busque el aparato con la mano y logre apagarlo. Con mucho esfuerzo me levante de la cama, salí de la habitación y logre llegar al baño a rastras para darme una refrescante ducha…gracias a Dios mi hermano aun no despierta o eso creo yo ¿abra llegado muy tarde anoche? Total…
Me coloque mi ropa, un lindo conjunto que elegí la noche anterior: una blusa color blanco con estampados, una chaqueta (algo tiene que cubrir los moretones) a rallas rojas, azul y blanco, y un short verde militar. Mis converse negras no pueden faltar, un poco de delineador negro, mascara para pestañas, (bastante maquillaje en las marcas en mi rostro) mi cabello suelto con sus ondas de siempre, una última mirada al espejo… ¡termine! estoy lista para mi primer día.
Tome mi mochila, mi cartera, ipod y salí de mi habitación revoloteando de alegría.

‘~

I gotta hurry hurry hurry
Now quick quick quick
Just step on the gas cause
I don’t wanna miss this…

Georg canta muy alegremente el éxito de Alexis Jordan-Happiness, mientras que él, Thomas, Naoki…un chico que Georg me presento como su compañero de apartamento, y yo esperamos montados en la camioneta a el dicho Dave que había mencionado Georg la noche anterior, al parecer un buen amigo del oji-verde.

-Podrías callarte-pidió Thomas con estrés-has cantado la misma maldita estrofa mas de cien veces.
-¿Y?-dijo Georg despreocupado-me gusta la canción…eso es lo que importa-yo solo intentaba no estallar en risa.
-Joder, cuánto tarda este tipo-se quejo Thomas con enfado y encendió la camioneta.
-Eh ¿Qué haces?-pregunto el oji-verde al encenderse el vehículo.
-No tengo todo su tiempo, ¿Qué se cree, un rey?

Justo en ese momento la puerta de la parte trasera, en la que yo me encontraba junto con este chico ‘‘Naoki’’, se abrió dejando entrar a un chico alto, de tez palida, ojos azules, cabello largo teñido en un rubio opaco y baste alborotado

-Perdón, perdón, perdón-se disculpó al tiempo que se sentaba a mi lado izquierdo y serraba la puerta-pero no encontraba el celular, mi habitación está hecha un lio y…-su mirada se poso en mi, al parecer no me había notado-¿Quién es ella?-pregunto a los chicos sin dejar de mirarme.
-(tn)____, es la her…-el chico no dejó que Geog terminara la oración.
-Soy Dave-estrechó mi mano-un gusto linda-besó mi mejilla-tan pronto y ya tienen a una chica-se dirigió a Georg y Thomas-no jodan-rió.
-Es mi hermana, imbécil-dijo Thomas con enfado y arrancó la camioneta.
-Oh…-me miró- de verdad lo siento, no quise ofenderte, pero…
-Tranquilo-lo interrumpí-no hay problema, de igual forma no eres el primero al que le pasa-recalque la ultima parte, Georg capto mi indirecta y comenzó a reír.
                                 

domingo, 1 de abril de 2012

Capitulo 4. El infierno comienza aquí.



-Thomas.
-Qué.
-Aun no me has dado mi tarjeta de crédito.
-Ni lo haré.
-Pero tengo 18 años, ya tengo la edad para manejarla.
-Ahora yo soy tu tutor, te la daré cuando yo quiera dártela.
-Pero, ¿cómo sobreviviré en la Universidad?-lo mire preocupada.
-Conseguirás un trabajo.
-¿Cómo se supone que trabajaré y estudiare al mismo tiempo?
-No creo que no puedas hacerlo, solo tienes que encargarte de tus gastos personales, igual estas con beca-agrego-yo trabajo, tu también lo harás.
-Pero no es justo. Tu lo pagas todo con la tarjeta.
-Tengo dos tarjetas una con el dinero que he ganado por mi cuenta, que es la única que tengo en uso, y la tarjeta con el dinero que nuestros padres nos heredaron, ese dinero aun no forma parte de mis gastos.
-Pero necesito la tarjeta. No tengo suficiente dinero para pagar todo lo de mi habitación.
-Confórmate con lo que puedes pagar. De todas formas, tu tarjeta aun no la he activado.
-Por favor, ayúdame Thomas, préstame tu tarjeta.
-¿Estas demente?-me miro como si fuera una tonta.
-Por favor. Mi habitación es un asco. Quiero que sea tan linda como la tuya-lo alague, eso logra ablandarlo aunque sea un poco.
-Que no,(tn)____.
-Por favor, Thomas-lo mire suplicando-¿Si?-me miro por un segundo y sacó la tarjeta.
-Quiero todo el dinero de vuelta, ni un centavo menos-me paso la tarjeta.
-¡Gracias!-tomé la tarjeta y corrí a pagar todas mis cosas.

~****~

-Espera, te ayudo-me ofrecí amablemente.
-Puedo solo.
-Claro-di un suspiro y entre al apartamento.

Cuando Thomas termino de bajar todas las bolsas de la camioneta me dispuse a guardar todo en su lugar correspondiente.
Tomé mi bolsa de gomitas y la metí en mi bolso.

-Toma, tu comida-coloco sobre la mesa las bolsas de comida rápida, que compramos antes de salir de la ciudad-intenta no vomitarla.
-Deja de decir eso, por favor.
-Es la verdad, vomitas todo lo que comes.
-No es verdad-baje la mirada.
-Me llamas mentiroso-se acercó y me tomo bruscamente del brazo-sabes que no debes hacer eso. Mucho menos levantarme la voz, (tn)____-me pego contra la pared con brusquedad.
-Perdóname. No debí hacerlo, fue un error-las pequeñas gotas de agua salada comenzaron a correr por mis mejillas…sabía lo que me esperaba.

No lo olvido. Tenía la esperanza de que mi arranque de ira en el supermercado no estuviera en su memoria, pero me equivoque.
Ahora tengo que atenerme a las consecuencias, ahora tengo que soportar sus manos golpear mi frágil cuerpo…sus palabras golpear mi frágil corazón.
Este es el infierno que tendré que soportar día a día.

-Creíste que lo había olvidado ¿cierto?-me tomo con fuerza del mentón y me hizo mirarlo a los ojos-dime… ¿¡te parece que lo olvide!?-lloraba, lloraba con fuerza…las palabras no salían de mi boca-¡Te hice una pregunta!-Me tiro al suelo, se puso sobre mi y coloco mis brazos a cada lado.
-Si-trate de articular palabra-creí…creí que lo habías olvidado…lo siento.
-¡Pues ahora aprenderás a no levantarme la voz señorita!

Por esto quería quedarme en Berlín
Por esto no quiero estar cerca de él
Por esto le temo tanto
Por esto es que lo odio

Para él todo lo que hago está mal.
Para él todo lo que digo está mal.
Para él todo conmigo está mal.
Para él no significo nada.

~****~

Después de una sesión de golpes, corro a mi habitación, cierro la puerta con seguro intentando evitar que él pueda entrar y molerme el cuerpo una vez más.
Me recargo en la puerta y me deslizo por ella entre sollozos hasta llegar al suelo, abrazo mis piernas y escondo el rostro entre ellas.
Repito mil veces esa frase que extraño oír salir de sus labios
‘‘siempre estaré para protegerte’’… ¿Dónde quedo todo aquello?

Las horas transcurren y yo sigo en la misma posición, más ya no lloro, solo descanso mi cuerpo, solo lo preparo para la próxima golpiza.
Sin mucha fuerza me pongo de pie y después de asegurar que él entra en su habitación corro hacia el baño cierro la puerta con seguro y me miro al espejo.
Mi cuerpo esta molido. Un fuerte dolor en el abdomen, unas horribles marcas rojizas en mi brazo derecho a causa de su fuerte agarre y el labio partido.
¿Por qué lo hace? ¿Esto lo hace feliz?

Lavo mi rostro con agua fría, salgo del baño y me encierro en mi habitación dispuesta a no salir más.
Cambio mi ropa por un pijama, me enredo entre las lisas sabanas color blanco, me coloco los audífonos y dejo que una hermosa melodía inunde mis oídos.
Solo quiero dormir, olvidar lo que paso.
Necesito de vuelta a mi hermano…mi antiguo hermano.

Algunos rayos de luz logran colarse entre las persianas indicándome que es hora de despertar; 9:30am…me pongo de pie tomo una toalla y me dirijo al baño.
Mientras desayuno logro escuchar los pasos de mi hermano aproximarse a la cocina, me apresuro a terminar pronto, cuando mi plato se encuentra vacio él está entrando a la cocina; me pongo de pie tomo mi plato sucio y lo dejo en el fregadero, tomo uno de los platos limpios, sirvo una porción de comida en él y lo coloco frente a mi hermano que esta ya sentado esperando su desayuno, pronuncio un leve ‘‘buenos días’’ y me dirijo a mi habitación a encerrarme nuevamente.

5:42pm y sigo tumbada en la cama con el control remoto en mano cambiando canal tras canal sin encontrar nada interesante. Me detengo al ver un programa de videos musicales, al pasar algunos minutos y no ver ningún video de mi agrado decido apagar la televisión y me tumbo en la cama hundiéndome en el aburrimiento.
De un momento a otro recuerdo aquella caja que la señora (de la cual no sé su nombre) me había entregado, me pongo de pie y busco la caja debajo de mi cama en cuanto la veo me tiro al suelo y logro sacarla. Estratégicamente corto la cinta adhesiva, que aseguraba la caja, con ayuda de unas tijeras.
Libros, un mapa del instituto, mi horario de clases, una camiseta, calcomanías y pulseritas con la frase ‘‘Yo estudio en Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität’’ (que ridículo); una carta de bienvenida a mi nombre firmada por el rector del instituto, y una llave de lo que creo será mi casillero; es todo lo que hay dentro de la caja.
Guardo dentro de mi mochila los libros que me indica el horario necesitare el día de mañana, la llave de mi casillero y el mapa del instituto, que seguramente necesitare al no conocer nada de este lugar.
Escucho que llaman a la puerta ¿Quién podrá ser? Al notar que mi hermano no se dignara a abrir bajo las escaleras a atender a aquella persona sin importar mi horrible aspecto.

-¿Qué necesitas?-un chico alto, fornido, cabellera bastante larga entre color marrón y pelirrojo, ojos de un intenso color verde, bastante atractivo; es con lo que me topo al abrir la puerta.
-Disculpa linda ¿se encuentra Thomas?-pregunto con una sonrisa coqueta.
-Si, ¿quién lo busca?
-Soy Georg. Un gusto, preciosa-dijo tomando mi mano y depositando un beso en ella.
-Claro-arque una ceja-ya lo llamo-serré la puerta, subí las escalera y llame a mi hermano tras la puerta-Thomas ¿puedes salir un momento?-abrió la puerta; se encontraba sin camiseta y se le veía algo sudado, al parecer había estado haciendo ejercicio.
-Qué.
-Te buscan abajo, un chico llamado…-fui interrumpida por Thomas.
-Dile a Georg que me espere, hazlo pasar ya bajo-lo mire sorprendida unos segundo ¿Cómo podía saber quien lo buscaba?
-Ok.-serró la puerta y yo me dirigí a las escaleras. Una vez abajo abrí la puerta nuevamente e hice pasar al chico-dijo que en un momento baja.
-Pff claro-cerré la puerta y el chico se dejo caer a uno de los sillones de la estancia sin esperar a que yo le ofreciera tomar asiento. Tome rumbo a las escaleras, pero el chico me detuvo-Hey, yo te dije mi nombre, pero yo no sé el tuyo-dude un momento en responder pero al final lo hice.
-(tn)____.
-Bien (tn)____, toma asiento estás en tu casa-dio unas palmadas en el sillón indicando que me sentara a su lado.
-¿Disculpa?-arque una ceja, ¿acaso se cree el dueño del lugar?
-Vamos no muerdo, solo quiero charlar un rato contigo.
-Perdón, pero no me interesa charlar contigo, yo estoy…-fui interrumpida por el chico.
-Si, si, estas con Thomas. Pero no será más que una charla, jamás le robaría su cita a mi amigo-me guiño un ojo y yo abrí los ojos con asombro.
                         

domingo, 25 de marzo de 2012

Capitulo 3. Pequeño error.

Me recuesto en mi incomoda cama, miro al techo, pero en realidad no lo veo…mi mente vaga por algún lugar que desconozco. El sabe que lloro desenfrenadamente ¿pero le importa? No. Hace no se qué cosas en su habitación mientras su hermanita se ahoga entre lagrimas. ¡Quiero irme de aquí!...
Sin ánimo alguno seque las lágrimas que rodaban por mis mejillas. Me pare, saque una de mis toallas y me dirijo al baño mientras me lamento por no poder tener uno propio.

Terminada mi ducha me encontraba ya en mi habitación con mi pijama puesta...son alrededor de las 7:30 pm, no importa que este en pijama, de igual forma Thomas no me dejara salir y no quiero verle la cara.
Cansada y aturdida por el viaje me acomode entra mis sabanas blancas y a los mi minutos caí en los brazos de Morfeo.

Abrí los ojos de apoco pero no pude ver nada, la oscuridad de la noche llena mi habitación.

-Rayos…

Al parecer mi siesta se alargo más de lo planeado. Estire mi brazo hacia la mesita de noche con la intensión de encontrar mi celular en ella. ¡Bingo! Aquí estas pequeño. Mire la hora 10:42pm…
Dormí bastante tiempo, pero a decir verdad aun me sentía con sueño. Ya era tarde así que mejor volví a dormir.
Me puse de pie busque el interruptor de la luz y la encendí. Salí, entre al baño, me lave la boca y volví a mi habitación dispuesta a seguir durmiendo.

~****~

-(tn)____ muévete no tengo todo el día-escuche la voz de mi hermano llamarme tras la puerta.
-¿Para qué?-pregunte con voz adormilada y me acurruque entre las sabanas.
-Iremos a la ciudad. Tienes diez minutos o me voy-escuche como se marchaba.

Me puse de pie como un rayo. Si él decía diez minutos, eran diez minutos.
El reloj marcaba 8:00am. ¿Por qué diablos se le ocurre viajar a la ciudad a las 8am?
Deje de hacer preguntas tontas y corrí hacia el baño a darme una ducha.
En tiempo record ya estaba vestida.
 Click!
Tome mi celular, ipod, dinero, lo metí todo en mi bolso y salí corriendo hacia la camioneta lo más rápido que mis piernas pudieron.


~****~

-¿Podemos llevar algo de carne?
-No.
- ¿Qué tal…
-No.
-¿Y qué te parece…
-No.

Llevamos bastante tiempo en el supermercado y en el carrito de las compras no hay nada de mi agrado.

-¿Por qué no?
-Es carne.
-¿Y eso qué? 
-Soy vegetariano.-miró algunas cajas de diferentes cereales.
-¿Desde cuándo?
-Desde que estoy en la Universidad.
-¿Por qué?
-No tengo que darte explicaciones.-se decidió por una caja de cereal y la metió en el carrito.
-Yo quiero carne.
-Viviremos juntos así que habrá muchos cambios.
-Pero mi alimentación no tiene porque cambiar también.
-Tu la cambiaste hace mucho tiempo.
-¡¿Que parte de que no soy bulímica no entiendes?!-las personas que se encontraban cerca me miraron extraño, pero solo me preocupa haberle levantado la voz a Thomas.
-Bulímica o no, eres una enferma-giró el carrito en la sección de dulces.

No me regaño por levantarle la voz. Claro, estamos en un supermercado, un lugar público. Eso significa que al llegar a casa será un infierno para mi.

-¿Me dejarías tomar algo para mi?-me arriesgué a preguntar.
-Tómalo-llené una bolsita con miles de gomitas y la metí en el carrito.
-Gracias-le regale una sonrisa, que como de costumbre, no fue correspondida.

~****~

-Muchas gracias por tu compra-la cajera le devolvió la tarjeta de crédito a mi hermano después de cobrar todo lo que llevábamos-no dudes en volver pronto Thomas-le regalo una mirada coqueta a mi hermano y después me miro ¿amenazadora? 
-Claro Linzey, muchas gracias-sonrió y tomó algunas bolsas al igual que yo.
-¿La conoces?-pregunte después de estar lo bastante lejos de la cajera.
-Siempre hago las compras aquí y ella procura atenderme cada que vengo-llegamos a la camioneta, abrió el maletero, y metió las bolsas, después yo hice lo mismo.
-Al parecer creyó que soy tu novia o una de tus seguidoras. 
-¿Por qué lo dices?-preguntó, al tiempo que serraba el maletero.
-Me miro horrible-ambos entramos en la camioneta.
-Es estúpido. El parecido es notorio-arranco la camioneta.
-Supongo.

Físicamente. Solo así podríamos parecernos.
Porque yo nunca me pareceré a él, nunca seré la persona que es él.
Nunca seré la persona en la que él se convirtió.

~****~

-¿Dónde estamos? 
-Querías remodelar tu habitación, este es el lugar. Ve y has todo lo que tengas que hacer.
-Genial-baje de la camioneta, pero antes de serrar la puerta lo mire-¿me acompañarías?
-No me necesitas.
-Pero tienes un lindo gusto-sonreí-eso me ayudaría.
- Yo no pondré ni un centavo-bajó al igual que yo, ambos serramos la puerta y él puso seguro a la camioneta.
-Entendido-sonreí y camine seguida por él. 

                    

Capitulo 2. Nueva ciudad, nuevo apartamento...mismo hermano.

Este lugar es más grande y lindo de lo que es por fuera.
Me recibió un pequeño pasillo, después a la izquierda un lindo salón con un televisor y muebles. Las paredes tienen un cálido color beige, los muebles y distintos detalles, en color marrón oscuro, sencillo pero sofisticado; a la derecha una puerta que te guía a una pequeña cocina con estilo rustico, muy linda a mi parecer, los muebles son en un color crema y hay una pequeña mesita donde bien podemos comer cómodos Thomas y yo (si es que le antoja comer con su hermana) y justo en frente, escaleras de color beige con acabados de madera marrón oscuro y a un lado un corredor que te guía al baño principal.
Me asegure de que mis maletas estuvieran en la estancia y subí las escaleras con la caja en manos. Me detuve ante la primera puerta que tuve en frente, di unos leves golpes y abrí.

-¿Qué quieres?-preguntó Thomas con su ya tan común frialdad de siempre.
-Linda habitación-dije admirando todo.
 


Habitación: tercera imagen

-¿Qué es lo que quieres?-ignoró mi cumplido de hace unos segundos.

-Bueno, no se cual es mi habitación, tal vez podría ser esta, pero veo que no.
-Es la última puerta. Ya lárgate-dijo y siguió con lo suyo.

Cerré la puerta y me dirigí a la última de ellas. Note que una puerta divide la mía de la de Thomas, y supuse que siendo solo dos habitaciones ese debía ser el segundo baño.
Llegue a mi puerta y la abrí.
Esperaba una habitación divinamente decorada como la de Thomas, no esto. Una habitación prácticamente sin vida, muebles con diseño rustico de color crema, paredes en un amargo color azul (para colmo azul) una cama sencillamente decorada con un conjunto de sabanas blancas, una gran ventana con persianas, un televisor y… ¡Ah! No, esperen ¡ESO ES TODO!

-Maldita sea, esto es horrible-bufe con decepción-Después lo arreglare.

Deje la caja sobre la cama y baje las escaleras. Subí mis maletas una por una hasta que al fin todas estaban en la horrible habitación.

-Ok, acomodemos todo.

Saqué uno de los cajones del ropero lo puse sobre la cama y comencé a sacar toda la ropa de mi maleta para después meterla dentro del cajón.

Ya todo listo y guardado salí de mi habitación.

-Un recorrido no estaría mal-hable para mí misma.

Me dispuse a recorrer el apartamento. Omitiendo por completo entrar a la habitación de Thomas, que bien es obvio tengo prohibido entrar. No me lo ha prohibido, pero no tardara en hacerlo.
El lugar es más grande de lo que se ve por fuera. Las habitaciones son grandes y espaciosas todo es muy lindo con un buen gusto en decoración (a excepción de mi habitación).
Unos ruidos provenientes de lo que bien debe ser uno de los garaje (hay dos de ellos uno para el auto de cada alumno que habita el lugar. Cierto, no tengo auto)
Gracias a que la casa tiene puertas que conectan con cada uno de los garaje pude entrar con facilidad.

-¿Qué haces?-pregunte a mi hermano.
-Verificando que todo esté bien con la camioneta. Lárgate y déjame trabajar.
-Lo siento, no te molestes.

No tiene ningún derecho a hablarme así, pero no quiero hacerlo enojar. Con el paso del tiempo aprendí que no es bueno hacerlo enojar.

-Deberías descansar. No lo has hecho desde que partimos de Berlín. Tampoco lo hiciste cuando paramos a comer en la ciudad.
-¿Y qué?-dijo indiferente.
-Se te nota agotado. Descansa-sugerí.
-¿Me estás dando órdenes?-dejó su trabajo de lado y me miro con enfado.
-No, no, no. Solo…solo era una sugerencia-aclare aterrada de lo que pudiera hacerme.
-Bien, ya lárgate.

Así lo hice. Siempre tengo que acatar sus órdenes o atenerme a las consecuencias.
Entre a la cocina, mire en la alacena. No hay nada más que botellas de agua. Tome una y la lleve hacia mi boca. Bebí lento…tan lento que transcurrieron alrededor de 7 minutos y ni la mitad del agua llevaba bebida.
Escuche entrar a mi hermano a la cocina pero no hice gran caso de ello. 

-¿Cómo está todo con la camioneta?-pregunte mientras sacaba una botella de agua y se la pasaba-
-Todo bien-se sentó en una de las sillas del comedor mientras bebía de la botella. Se le ve cansado debería descansar fue un largo viaje y no ha hecho más que dormitar.
-Mmm-dude antes de seguir pronunciando palabra, debo analizar todo lo que diré ante él…es difícil la comunicación-cuando entre a tu habitación…
-¿Entraste a mi habitación?-me miro y me fulmino con la mirada…es aterrador, me llena de pánico.
-Lo hice cuando te pregunte por mi habitación. No lo he vuelto a hacer.
-Bien.-dejo la botella vacía, se puso de pie dispuesto a marcharse y dejarme sola…de nuevo.
-Oye, yo me preguntaba…bueno cuando entre a tu habitación…no sé.
-Habla.-se recargo en la pared y cruzo de brazos.
-Cuando entre a tu habitación…note que está muy linda-lo mire esperando un ‘‘gracias’’ o algo por el estilo por el mínimo alago que le hice, pero como es de esperarse no recibí nada-y cuando entre a la mía esperaba…
-Algo mejor.-termino mi oración-Confórmate con lo que tienes.
-¿Pero cómo es que la tuya es tan…genial?
-Simplemente la decore a mi gusto.
-¿Podemos hacer eso?-rodeó los ojos ante mi pregunta.
-Cada alumno decide si se queda o no con los muebles que el instituto asigna; que son los que tu tienes ahora, en caso de que el alumno los rechace tiene que comprar o traer sus propios muebles y entregar los de la Universidad-me explico.
-Genial. Podre remodelar esa horrorosa habitación. ¿Podrías tal vez mañana llevarme a la ciudad a conseguir cosas para mi habitación?-pregunte esperanzada y esboce una leve sonrisa, sabiendo que se negaría.
-¿Por qué abría de hacerlo?-pregunto indiferente.
-Pues porque… ¿soy tu hermana?-poco le interesa que lo sea.
-Por favor-rio sínicamente y suspire.
-Pero no tenemos provisiones, no hay nada en la alacena tenemos que comprar comida.
-¿Te importa?-lo mire extrañada.
-¿De qué hablas?
-¿De verdad te interesa que no tengamos comida? -alzo una ceja.
-Claro.
-En ese caso iremos mañana a la ciudad a comprar lo necesario.
-¿Me llevaras a comprar lo de mi habitación?-lo mire con un brillo en los ojos.
-Quizá.-todo quedo en silencio, silencio que segundos después fue interrumpido por una risilla de parte suya.
-¿De qué te ríes? 
-De ti.-siguió riendo.
-¿De mi? ¿Por qué?-Es normal que se ría de mi, no conmigo.
-Como si de verdad te interesara la comida, ¿para que la querrías si después la vomitas? Claro, la necesitas para tener tus atracones, solo eres una estúpida bulímica-salió de la cocina entre carcajadas.

¡Crush! Los pedacitos de mi corazón que tanto me costó reunir, desde la última vez que el imbécil me lastimo, se rompieron aun más. Sin darme cuenta los ojos se me aguaron, las lágrimas corrían y no había quien las detuviera. Entre sollozos me pregunte. ¿Por qué? ¿No le bastó con lastimarme brutalmente ya una vez? Le gusta verme sufrir.
Que mi hermano no tenga sentimientos no significa que yo igual carezca de ellos.
He llorado mares enteros por su culpa. Su inexplicable odio hacia mi es intolerable y doloroso...y recordar que hace años las cosas eran tan diferentes.
 
                      

lunes, 19 de marzo de 2012

Capitulo 1. Todo comienza el día de hoy.

Después de preguntar 4 veces sin obtener respuesta me resigno a preguntar por última vez, si no responde me olvidare de todo.

-¿Falta mucho?-pregunte con esperanzas de una repuesta.
-Si, guarda silencio-dijo él complaciéndome finalmente.
-Pero, ¿Cuánto falta?
-El tiempo que se necesite-gruño fastidiado.
-Ni siquiera quería venir.
-¿Te callas?
-Déjame en paz.
-Si no te callas te dejo en medio de la carretera-amenazo.
-Si de esa forma no tengo que ir a esa estúpida Universidad y ver tu cara todos los días me estarías haciendo un gran favor-gire mi vista a la ventana-
-¡Deja de reprochar!
-Pues no me fastidies-dije harta de su actitud.
-¡Entiende que ya no eres una niña! ¡Tienes que ir a la universidad!-gritó y me miro con ira.

Heme aquí de nuevo discutiendo con él.
No discutimos por cualquier cosa; lamentablemente me a inscrito en una Universidad en la que ni siquiera quiero estar.
El maldito se cree mi padre, que sea el hermano mayor no le da derecho de decidir lo que hare con mi vida.
Perdón, no me presente; soy (tn)____ Zürffi , tengo 18 años (creo ser suficiente mayor como para seguir siendo dominada por mi hermano) Y bueno…estoy a punto de cruzar el primer año de Universidad.
El idiota con el que discuto es mi hermano mayor. Thomas, más conocido como el orgullo de la familia Zürffi (dudo mucho que a lo que tenemos se le pueda llamar familia) Thomas tiene 20 años de edad, es serio, independiente, dedicado, sin duda alguna una persona cruel, no tiene sentimientos, goza de mi dolor y para colmo de los males es un maldito patán rompe corazones.
No le importa otra cosa que no sea su carrera y él mismo.

-¡Y crees que yo si!
-A ti te encanta ese lugar-dije lo más serena que pude.
-¡Pero no si tu estas también!

Hace años no era así, no era así conmigo…él era otro

-Nunca te dije querer ingresar ahí.
-Tienes que hacerlo nos guste o no a ambos.
-Pero no es justo.
-Ya hable contigo de esto-me regaño.
-Es tu culpa-me queje y segundos depuse quise arrepentirme de haber dicho tal cosa.
-¿Qué?-pregunto incrédulo.
-Es tu culpa que yo ingrese a esa universidad, tu me inscribiste sin siquiera preguntarme-sentí como freno en seco, dejando la camioneta en plena carretera-¿Qué te pasa, Thomas?-pregunte atónita ante su acción.
-¿Crees que por tu caprichito de seguir estudiando en Berlín dejaría que siguieras aprovechándote de la bondad de nuestra tía?-me miro enojado.
-¡Yo nunca me he aprovechado de Eliza!-automáticamente me defendí.
-Has vivido con ella por más de 4 años. La medicina implica 10 años de estudio, no dejaría que siguieras siendo una mantenida-busque algo con que defenderme y segundos después hable.
-No es justo, ella igual tuvo que mantenerte.
-Solo un año, y todo ese tiempo trabaje para apoyarla con los gastos-se defendió.
-Pero, igual lo hiciste.
-Por favor-rio irónico.
-¡Viviste solamente un año con ella solo por el hecho de que ingresaste a la Universidad y para tu suerte es un internado!-vi como alzo la mano para golpearme-¡Perdón, me callare!-solo serré los ojos esperando el impacto, pero nada paso. Thomas suspiro, bajo su mano y arranco la camioneta tomando el camino de nuevo.
-Solo no molestes.

Mi tía Eliza. Thomas y yo somos huérfanos, hace mas de 4 años nuestros padres murieron en un incendio en la clínica donde trabajaban, curiosamente todos en la familia Zürffi estamos destinados a tener éxito en la rama medica; nuestra tía Eliza era la única familia que teníamos en ese entonces en Berlín así que acudimos a ella, nos crio en la ausencia de mis padres. Thomas solo estuvo un año con nosotras, después ingresó a la Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität en la facultan de medicina, con la colegiatura ya pagada anteriormente por mi padre; ya que mucho antes de su muerte ya tenía nuestro futuro planeado.
Por mi parte, viví durante 3 años más con mi tía hasta terminar la preparatoria. Quería seguir en Berlín y estudiar la Universidad ahí, por esa misma razón rechacé la beca para la que anteriormente había aplicado en la misma Universidad, pero Thomas cambio mis planes al volver a Berlín ordenándome empacar mis cosa e irme con él a Bonn.

Me coloco lo audífonos tratando de ignorar la presencia de aquel monstruo…aun lo siento a mi lado…subo mas el volumen de la música hasta no sentirlo más.
Al ver por la ventana todo son arboles y yerbas, pero hay algo a lo lejos que llama mi atención ¿son edificios? no logro distinguir que es

-Thomas-llamé a mi hermano-¿qué es eso que se ve adelante?-me quite los audífonos y seguí mirando aquello a lo que no le encontraba forma alguna.
-La Universidad-respondió sin quitar la vista del frente.
-¡Ah!-grite con emoción sabiendo que pronto terminaría el estresante viaje-Dale, mueve tu chatarra y ve más rápido.
-¿Eso es una orden?-preguntó con enojo-
-No, lo siento, pero por favor ve más rápido-suplique.
-No-su respuesta es segura y no puedo hacer más que tragarme las ansias.

Con forme avanzamos en la carretera la Universidad se ve más cercana y más grande, Thomas es una tortuga al volante.
Por fin nos vemos cruzando las cabinas de seguridad que dividen el instituto del exterior, ante la atenta mirada de los guardias pasamos sin ningún problema.
El lugar es enorme, los edificios lo son igual, todo es majestuoso. Lo admiro todo desde la camioneta y las ansias de tocar el suelo me carcomen por dentro.
Cruzamos todo lo que es el área de las facultades y entramos a lo que parece ser un fraccionamiento

-¿Dónde vamos?-pregunte mirando por la ventanilla.
-A nuestro apartamento.
-¿Apartamento?-estaba incrédula-Creí que eran edificios con dormitorios.
-Creíste mal.

Veía chicos, y chicas, abrasarse, conversar, tal vez conversan sobre su verano, sobre lo divertido que la pasaron y ese tipo de cosas; algunos se despiden de sus familias que vienen a dejarlos, etc.
Los apartamentos se ven muy lindos y espaciosos desde afuera, me pregunto si será igual por dentro. Thomas estaciona la camioneta en frente de uno de los apartamentos, no es muy diferente a los otros, pero es lindo de igual forma.
Antes de que pueda bajar de la camioneta Thomas me detiene tomándome firmemente del brazo.

-Meteré tus cosas y enseguida entras, pero no bajes de la camioneta –ordenó.
-¿Por qué?-mire su mano sostenerme con fuerza y después lo mire.
-Porque yo lo digo-me soltó y bajó de la camioneta, mientras me quede en mi lugar tal y como dijo.

Me pasme al ver como chica tras chica en cuestión de segundos comenzó a rodear a mi hermano, sin embargo este las ignora y baja cada valija para después meterla al apartamento ignorando la presencia de las chicas. En su lugar me sentiría asfixiada. 
¡Diablos, mi hermano es extremadamente codiciado aquí (también)! Lo que me faltaba, otro lugar donde las personas se acercaran a mi solo por mi hermano, razón principal por la cual nunca he tenido verdaderos amigos. Las chicas solo me buscan por mi hermano y los chicos huyen de mi por temor a él.

-Ya, bajate-dijo Thomas abriendo la puerta de mi lado.
-¿Qué hiciste con las chicas?-me percate que las chicas habían desaparecido.
-Les dije que me esperaran en la cancha de baloncesto. 
-¿E iras?
-Claro que no. Antes de entrar ve con aquella mujer-la señalo y entro al apartamento.

Me acerque a la antes ya mencionada mujer. De unos 40 años, cabello castaño, liso, hasta los hombros y ojos marrones. 
Se encontraba sentada en una silla detrás de una pequeña mesa, como formando una especie de escritorio, rodeada de cajas y mas cajas de cartón.
-Disculpe señorita, ¿su nombre, por favor?-dijo la mujer amablemente.
-(tn)____, (tn)____ Zürffi-respondí, debe de estar aquí para orientar a los alumnos sobre sus departamentos, supongo.

-¿Zürffi?-ojeo su libreta donde al parecer tenia los nombres de los alumnos-Mmm si, aquí esta. (tn)____ Zürffi. Estas son las llaves de su departamento-tome las llaves y ella pregunto-¿Primer año, cierto?
-Si.-Ella se puso de pie, tomo una de las tatas cajas de cartón que la rodeaban, me la extendió y la tome extrañada.
-¿Qué es esto?-mire la caja.

La caja tiene dos calcomanías una con el sello del instituto y otra con mi nombre y el grado que cursó

-Son sus libros, y todo lo necesario
-Ah, gracias, ¿eso es todo?-mire a la mujer.
-Claro, ya puede irse. Ah, señorita Zürffi.-se apresuro a llamarme.
-¿Si?
-Bienvenida –me dedico una cálida sonrisa.
-Gracias-le sonreí devuelta, acomode un poco la caja entre mis brazos y entre al que ahora es mi apartamento.