jueves, 6 de septiembre de 2012

Capitulo 8. Como una princesa.


-¡¿Cómo reprobaste primer año?!
-Daba lo mismo aprobar o no-se encogió de hombros.


Después de dar un largo recorrido por la enorme Universidad y que Bill me mostrara cada uno de los rincones de ésta, decidimos parar a descansar en una de las bancas que hay en el campus.

-Pero es tu carrera, tu futuro.
-Cuando todo eso no depende de ti ¿Qué importancia tiene?
-Oh, ¿no te interesa la medicina?-lo miré extrañada.
-No es lo mío-dio un sorbo a su refresco-lo mío es la música. Fui forzado por mi padre, él decía que la música es un desperdicio y no quería que yo me adentrara en ese mundo así que me forzó a estudiar medicina y fue por eso que no me empeñe en aprobar primer año.
-¿Seguirás reprobando apropósito?
-No tengo necesidad de hacerlo, mi padre se largo de mi vida y la de mi madre hace unos meses, pero esa es otra historia.
-¿Por qué sigues aquí? Bien podrías dejar la Universidad y dedicarte a la música.
-Sinceramente ahora prefiero tomar la música como un pasatiempo o una pasión. Quiero ayudar a las personas, servir a la comunidad y creo que convirtiéndome en doctor es la mejor forma. Ahora que mi padre se largo no me siento forzado a estudiar.
-Joder, ahora vas a cursar primer año de nuevo, que pereza.
-Ni tanta. Sé lo que estudiaremos, las tareas, proyectos, respuestas y sobre que tratan los exámenes sorpresa que hace el maestro Frank-se río.
-Presumido, eso no quita que eres el más viejo de la clase.
-Eh, que solo es un año de diferencia-me miró entre serrando los ojos-.No me ofendas que no te ayudare con los trabajos, créeme que son complicados.
-Uy, está bien-le mostré la lengua.
-Ya-dio un último sorbo a su refresco, se puso de pie y tiró el envase en un bote de basura-aun tengo que mostrarte algo.
-¿Aun hay más? Dios, no, estoy cansada.
-Dale, te encantara, es lo mejor en este maldito lugar.
-¿A dónde vamos?
-Ya lo veras-me sonrió y me dispuse a caminar tras de él.

~****~

-¡La hermosa faculta de Arte y Música!-dijo con una gran sonrisa.
-¡Maldito! ¿Por qué no me mostraste esto desde un principio?
-¿Te suena la frase “lo mejor para el final”?-me reí.
-Si, si. Definitivamente esto es lo mejor-miré el gran edificio frente a mí y en eso sonó la campana que marca el fin del descanso.
-Vamos, hay que entrar-me tomó del brazo y comenzó arrastrarme hacia la facultad.
-¿No oíste la campana? Tenemos que volver a clase.
-Pero debes ver la facultad.
-No me saltare una clase, Bill. Podemos entrar otro día-me solté de su agarre-Ahora, vamos que estamos lejos.

Estábamos tan lejos de la facultad (al otro lado del campus) que no tuvimos otra alternativa que correr para llegar a tiempo a clase. Llegamos justo cuando una nueva profesora entraba al aula, la mujer nos hizo mala cara cuando, literalmente, la empujamos para entrar antes que ella.

-¿Así que… William?-preguntó Maylu una vez que me encontraba sentada a su lado.
-¿Qué?
-Te vi entrar con él-enarcó una ceja.
-Oh, me mostro la U.
-Hace unas horas decías que es un odioso.
-Me retracto, es un encanto de chico. Se disculpó por el mal trato que me dio en la mañana.
-¿Te gusta?-preguntó, comenzando a hablar en susurro para impedir que la profesora se diera cuenta de nuestra charla.
-Claro que no, apenas lo conozco-me apresure a responder.
-Ay, pero es lindo, sin importar las ropas y el hecho de que se maquille, eso si que no me lo niegas-ambas dirigimos la mirada a Bill, quien estaba sumergido en uno de sus tantos dibujos.
-Es lindo, pero hasta ahí, Maylu-Bill se dio cuenta de nuestras miradas clavadas en él, nos miró y dedicó una sonrisa a ambas, después volvió a su dibujo.
-¿Crees tú que sea gay?-ninguna apartaba la mirada del chico.
-Nunca se sabe. Pero, no juzgues un libro por su portada.


La campana sonó dando fin a la jornada de clases, el aula, al igual que el resto de ellas, comenzó a vaciarse de apoco; tomé mi mochila y camine con Maylu hacia la puerta, pero antes de poder salir una voz, ya conocida para mi, nos hizo detenernos y un sonriente Bill se acercó a nosotras.

-¿Puedo hablar contigo a solas un minuto?-se dirigió a Maylu.
-Ehm… claro-lo miró extrañada.
-Creo que los veo después. Adiós.

Salí del aula como alma que lleva el diablo. ¿Que será lo que Bill querrá hablar con Maylu? estaba segura de que él se acercaría a hablarme a mi, no a Maylu, pero no fue así y llego directo a ella.
Una ves que me encontraba fuera de la facultad deseché aquellos pensamientos y me dispuse a intentar encontrar a Thomas entre la gente que salía tras de mi.

-¿Acaso me buscas, linda?-susurraron tras de mi, lo que provocó que me girara de golpe.
-Santo Dios. Me sacaste un susto, Georg-él rió.
-¿Buscas a alguien? ¿Ese alguien soy yo?
-Ehm, si y no. Busco a Thomas ¿Lo has visto?
-Cuando acabo la clase salió disparado del aula, las chicas comenzaron a perseguirlo y mejor se largo.
-¿Dices que ya se marcho?
-Supongo… no tienes quien te lleve ¿cierto?
-No-fruncí los labios-. Los otros chicos, Naoki y Dave ¿se fueron con él?
-Ni idea. Dave debe andar con su novia y Naoki no es amigo de Thomas, dudo que se haya marchado con él.
-¿Tú como te iras?
-¡(tn)____!-miré sobre mi hombro y Maylu me llamaba desde lejos agitando su mano en señal de que me acercará.
-No iré al departamento, tendré un juego de baloncesto. ¿Quién es ella?-preguntó Georg, mirando a Maylu.
-Maylu, es mi compañera de clase-lo miré extrañada al notar que no apartaba la mirada de ella-¿Por qué?
-Curiosidad-respondió con simpleza sin dejar de mirarla-. Bueno-dirigió su atención hacia mi-nos vemos, preciosa-besó mi mejilla y se marcho.

Fui a donde Maylu, cuando llegue a ella note que no apartaba la vista del camino por donde se había ido Georg y un leve rubor coloreaba sus mejillas.

-Oye-la llamé, pero seguía sin darse cuanta de mi presencia. Pellizqué su brazo logrando llamar su atención.
-¡Auch! ¿eso por que?-sobó su brazo.
-¿Te gusta Georg?
-¿Quién es Georg?
-El chico con el que hablaba.
-Oh… es lindo. ¿Es tu amigo?
-Algo así. ¿Qué querías decirme?
-Ah, sí, Bill se disculpó por su comportamiento de en la mañana. Es un encanto ese chico.
-¿Bi-bill?
-Ahora resulta que su nombre es Bill, es algo extraño eso de los nombres, pero quiere que lo llame así ¿no es raro? Me preguntó muchas cosas, pidió mi número, también me invitó a una reunión que harán en la facultad de Arte en la noche, no entendí muy bien de que se trata pero creo que es sobre los chicos que querían dedicarse al arte y no lo lograron. Me tengo que ir, (tn)____. No sé donde pueda anda mi hermano y necesito saber si iremos a la reunión. Tú iras, ¿cierto?
-No. No me invitó-dije un tanto, muy desilusionada.
-¿Enserio? No, que va, si tú no vas yo tampoco. Te llamo mas tarde ¿bueno? Adiós-besó mi mejilla y se marchó dejándome sorprendida por su repentina dependencia hacia mi.

Una extraña tristeza me invadió por completo. Saqué mi Ipod, me coloqué los audífonos y acomodé bien mi mochila a mi hombro. Traspasé el campus con paso decidido sin importarme las extrañas miradas que muchos me dedicaban. Será un camino largó hacia el departamento.

A lo lejos pude divisar mi departamento, la camioneta estacionada enfrente y a Thomas recargado sobre ésta charlando con una chica. Pude imaginarme la escena desde cerca, Thomas con una cara de fastidio y la chica sin la capacidad de cerrar la boca y darse cuanta que a mi hermano no le interesa.

-¿No crees que el volumen es demasiado fuerte?

Sentí como uno de mis audífonos fue desprendido de mi oído, me giré a mirar a quien había dicho aquello. Sentí la sangre hervir y una enormes ganas de tirarle un puñetazo.

-No-le arranqué el audífono de la mano-. ¿Que quieres, Bill?
-Te llevo persiguiendo desde hace tres calles. Te quedaras sorda con la música tan fuerte.
-Vuelvo a preguntar, ¿que quieres?
-Hablar. ¿Algo te molesta?
-No es de tu incumbencia-seguí mi camino, pero el me siguió el paso.
-¿Estas molesta conmigo?
-Por favor, no hagas preguntas, dime lo que tengas que decirme y déjame tranquila.
-Ehm… quería invitarte a una reunión en la facultad de Arte, será a las siete de la tarde, la reunión es para los chicos que…-me detuve en seco y lo mire con enojo-¿Qué pasa?
-¿Es para ti importante ganarte mi amistad?
-Claro que si, pero ¿a que viene eso?
-Invitaste a Maylu, le pediste disculpas por como la trataste en la mañana, su numero e incluso le pediste que te llame “Bill”. Exactamente lo mismo que conmigo, al parecer es también muy importante ganarte su amistad.
-¿Eso es lo que te tiene molesta?-preguntó con una leve risilla.

Él tiene todo el derecho de socializar, hacer amigos, pero el imaginarme que quizá le haya dicho las mismas palabras “Acabo de agregar un nuevo propósito a mi lista, ser tu amigo” a cada una de las chicas que conoce me hace doler el corazón.

-Vete al diablo-mis ojos comenzaron a arder, pero antes de que pudiera marcharme me atrajo hacia él envolviéndome en sus brazos, fue ahí cuando una lagrima traicionera calló por mi rostro.
-Soy amable, eso es lo que soy, (tn)____. Siéndote sincero, tu amistad es la que mas me importa obtener ahora.
-¿Po-por que?
-No lo sé-respondió sincero-. Quiero ser tu amigo, siento que necesito y debo serlo.
-¿A quien mas le has dicho que ser su amigo es tu nuevo propósito?
-Solo a ti.

Nos quedamos en silencio, mientras yo disfrutaba de la calidez que me brindaban sus brazos al abrazarme. El último hombre en abrazarme fue mi padre, Thomas no lo ha vuelto hacer y me alegra que Bill haya sido el primero en hacerlo después de tanto tiempo.

-Eres mas sensible de lo que imagine-rió y lo miré con los ojos entre cerrados, claro que no deje de abrazarlo.
-Deberás tratarme muy bien, me desmorono muy rápido.
-Te tratare como a una princesa-sonrió lo que me provoco sonreír yo también.
-Que quede claro que aun no eres mi amigo, solo un conocido.
-Un conocido al que te encanta abrazar-alzó una ceja y me contuve de decir un “si, me encanta”. Me había olvidado que estábamos muy cerca de mi departamento, miré a mi costado y Thomas nos miraba atentamente ignorando a la chica que tenia enfrente, así que a regañadientes tuve que soltar a Bill.
-¿Ya no quieres abrazarme?-hizo un puchero, el cual me pareció muy tierno.
-No, ya no. Lo are mañana.
-Puedes hacerlo en la tarde, en la reunión.
-No sé si pueda ir, tengo cosas que hacer y…-hizo otro puchero-. Bien are lo que pueda-sonrió hermosamente-. Me voy, llego tarde para la comida.
-¿Cuál es tu departamento?-miró a nuestro alrededor buscando el lugar.
-En donde esta la camioneta negra.
-Oh…-ubicó el lugar y después me miró intrigado-. Ese es el departamento de Thomas Zurffi.
-Ehm, si, vivo con él.
-Los departamentos no pueden ser mixtos. Diablos, ¿que haces tú viviendo con ese?-abrió los ojos a tope, suspire, me puse de puntillas y besé su mejilla.
-Es una larga historia. Nos vemos.

Le di la espalda y camine, pude sentir la mirada confusa e intrigada de Bill a mis espaldas. Cuando llegué hasta donde mi hermano bese su mejilla, a pesar de que aquello le desagrada quiero tener alguna muestra de afecto con el; Thomas me miraba con el ceño fruncido y la chica con la que “conversaba” quedó con la boca abierta y echando humo por los oídos al ver el beso y verme entrar al departamento de Thomas sin algún juicio de parte de él por alguna de las dos acciones, como si de su novia, amante, conquista o cualquiera de esas cosas se tratara.