domingo, 27 de mayo de 2012

Capitulo 7. Recomenzar.

Las primeras horas de clase habían terminado y era hora del almuerzo.
Maylu, aquella chica alocada hizo que el tiempo entre clase y clase se me pasara volando, platicaba conmigo como si me conociera de hacia ya años, el entusiasmo y alegría que había en cada palabra que salía de su boca me hacían sentir cómoda y alegre. Tal vez puede llegar a ser una gran amiga, pero eso a
ún está por verse.

-¿Entonces, almorzaras conmigo?-me preguntó, mientras guardaba algunos libros en su casillero.
-No, tal vez mañana, pero igual gracias.
-¡Oh vamos!-hizo un tierno puchero con sus labios-¿Es por mi hermano cierto?-puso los ojos en blanco-Que va, no te preocupes por él, es un encanto, algo tímido cuando se trata de personas que no conoce, pero es muy social.
-No, no es por tu hermano-fingí una sonrisa.

En realidad él era el problema, en toda la mañana Maylu no había parado de contarme sobre su asombroso y perfecto hermano, me contó tantas hermosas anécdotas que ni siquiera el nombre del chico recuerdo. Según me contó son muy unidos y tienen planeado almorzar juntos en su primer día; Maylu está decidida en que quiere que almuerce con ellos, pero eso sería ser masoquista, un ambiente fraternal no es para mi.

-¿Entonces?-me preguntó y serró su casillero.
-Quede con alguien para desayunar-dije la primer excusa que me llego a la mente.
-Valla debí suponerlo-suspiro pesado-una chica linda como tu debe ser muy popular y siendo así debes tener a miles de chicos y chicas esperando por una oportunidad de pasar tiempo contigo ¿Por qué creí que yo tendría más suerte que los demás?-se pregunto a si misma dramáticamente.
-Ey,ey,ey detente un momento. En primer lugar, no soy una chica popular y mucho menos hay chicos esperando por mi.

¡Oh! Genial (tn)____ insúltate a ti misma.
Ahora que puedo decirle, no almorzare con nadie. Diablos…¿en qué lio me he metido?

-Bien, solo dime que no quieres almorzar conmigo y listo-me miro con tristeza.
-Maylu, me encantaría almorzar contigo, pero almorzare con…-me miró esperando una respuesta-con…mi hermano-sonreí falsamente.
-¿Tienes un hermano? ¡Aun mejor! Podemos almorzar los cuatro juntos-los ojos le brillaron.
-No, perdón. Esto es cosa de hermano y hermana, tu entiendes ¿no?
-Ah, en ese caso no hay problema, pero pronto tienes que presentarme a tu hermano y yo al mio ¿si?
-Eh…claro. Nos vemos mas tarde-sonreí, me di media vuelta y tome rumbo a la cafetería.

No eres más tonta porque no eres más grande Zürffi ¿Tu hermano? ¿Thomas, en verdad? Pudiste a ver dicho un amigo, tu novio, o alguna otra cosa ¡pero no! ahora Maylu cree que almorzare con mi hermano y para colmo quiere conocerlo ¡jamás le presentare a Thomas! Agh (tn)____ eres tan torpe…





-¿Puedo sentarme?-dijo sonriente.

¿Es una broma? ¡Este tipo no puede ser más sínico!

-¿Hablas en serio?-su sonrisa se agrando aun mas- Jodete ¿si?-lo mire con desprecio y volví la vista a mi bandeja de comida.

El muy idiota dejó su bandeja sobre la mesa y se sentó frente a mi restándole importancia a mi insulto anterior ¿Qué se necesita para que entienda que no quiero que este aquí?

-Escucha-dijo él- se que empezamos con el pie izquierdo, pero quiero arreglar las cosas ¿Por qué no rebobinar la cinta y comenzar desde cero? Hola, soy Bill, Bill Kaulitz-extendió su mano hacia mi.

¿Bill? Pero si él dijo llamarse William. Esta loco si cree que la tomare, a este hay que pagarle con la misma moneda para que entienda que conmigo no se mete.
Mire su mano por un segundo y después lo mire a la cara.

-Lárgate idiota.
-Ok, ok. Esto no está resultando-alejó su mano-Perdona por ser tan grosero hace unas horas pero estaba ocupado con mi videocámara y llegaste a interrumpirme, siempre estoy de mal humor por las mañanas y odio que me interrumpan cuando estoy ocupado.
-No me interesa ¿Qué no entiendes?
-Por favor-volvió a extender su mano-tómala-sonrió tiernamente.

Que sonrisa es…hermosa.
Es tan sincera, tierna, dulce, infantil, es como ver a un niño, un extraño niño.
Agh espero no arrepentirme de esto…

-Hola, Bill-tomé su mano y su sonrisa se agrando aun más.
-Hola (tn)____.
- ¿Recuerdas mi nombre?-solté su mano y lo mire confundida.
-Si, no lo parecía, pero después de todo recuerdo cada una de las palabras que salieron de tu boca.
-Oh-sentí como mis mejillas se ponían rojas.

Sin saber porque, me sonroje. Quizá es porque eso sonó como un alago, cualquier chica se sentiría alagada por la atención de un chico, supongo.

-Yo me llamo (tn)____ ¿pero tu? ¿William o Bill?-lo mire acusante.
-Oh eso. Soy Bill William, pero odio el segundo así que llámame Bill.
-Si no te gusta tu segundo nombre ¿Por qué te presentaste como William conmigo y cuando lo de las presentaciones en la clase?
-Es simple, solo mis amigos me llaman Bill y todos en la clase son desconocidos, así que no hay razón alguna por la que deban saber mi primer nombre-dijo seguro mientras sonreía.
-¿Por qué quieres que te llame Bill y no William?
-Porque acabo de agregar un nuevo propósito a mi lista.
-¿Y ese cual es?
-Ser tu amigo-sonrío tiernamente y me derretí por dentro.
-¿Tu quieres ser mi amigo?-mis ojos se iluminaron sin razón alguna.
-Claro que si-se rió.

Su sonrisa es hermosa y su risita es como la de un pequeño niño.
Él voltio a mirar a un chico que lo llamaba desde lejos y le hacia unas señas extrañas que solamente él ha de entender. Eso me dio el tiempo suficiente para admirarlo por un rato: ojos miel, nariz simétricamente perfecta, cabello negro con un peinado alocado, piel blanca como la nieve, labios carnosos y rosados, un tatuaje con la escritura ‘‘libertad 89’’ en el ante brazo izquierdo, maquillaje y esmalte de uñas negro que por alguna extraña razón no lo hacen parecer poco hombre. Sus ropas combinadas a la perfección con su estilo único, una camiseta blanca con estampados en negro, unos jeans pitillo, botas militares y accesorios como cadenas, muñequeras, un guante negro de cuero en la mano derecha y por ultimo dos pircings uno adornando su ceja derecha y el otro en la lengua.

-¿Tengo algo en la cara?-su risa me trajo de nuevo a la tierra.
-¿Eh?-sacudí mi cabeza tratando de ubicar mi mente.
-Hace ya un rato no dejas de mirarme-se rió.

Comenzaba a ponerme roja de la vergüenza ¿Cuánto tiempo había estado mirándolo? Y los mas importante ¿en qué momento él dejo de hablar con el chico aquel y se dio cuenta de que lo miraba?

-Te miraba…bueno, es que tienes un estilo único.
-Ya me lo han dicho-dijo orgulloso.
-¿Hace cuanto tienes los pircings?-pregunte intentando cambiar de tema.
-El de la ceja lo tengo desde los 9…
-¡¿Los 9 años?!-lo interrumpí-¡Como se te ocurrió hacer tal cosa tan pequeño! ¿Cómo lo ocultaste de tus padres?-comenzaba a ponerme curiosa.
-La opinión de mi padre nunca me importo y mi madre, bueno ella es una mujer extremadamente liberal.
-¿Ella te permitió hacértelo tan chico?
-No pedí ningún permiso, cuando lo descubrió lo único que hizo fue darme un regaño y un sermón, pero nunca me prohibió traerlo.
-Tu madre debe ser maravillosa.
-Lo es, te aseguro que lo es-miro al vacio con una sonrisa ¿melancólica?-¿Por qué no te doy un tour por la Uni?-preguntó repentinamente.
-Por si no lo has notado estoy comiendo.
-¿Comiendo? No has probado ni un bocado, lo único que has hecho es jugar con el tenedor.
-¿Me has estado espiando?-lo mire acusante.
-No-enarque una ceja-Ok sí, pero cualquiera podría darse cuenta que tu comida sigue igual que cuando la sirvieron.
-Agh, no estoy de ánimos para un tour.
-Eres nueva aquí, necesitas conocer el lugar, por favor-me miro suplicante.
-No hagas eso.
-¿Hacer qué?
-Eso, mirarme con carita de niño regañado.
-Ah, esto-volvió a mirarme de la misma forma-¿me dejaras ser tu guía?-hizo un tierno puchero con el labio.
-Te odio-di un suspiro-dale vamos.
-¡Si!-sonrió y aplaudió de felicidad.
-¿Pero y tu comida?
-Déjalo, no tengo hambre, vamos-se puso de pie y me tomó del brazo.
-Espera, espera mi bolso-tomé mi bolso como pude.
-¡Dale ya!-tiro de mi brazo mientras salíamos de la cafetería.

Tiene la energía y carisma de un niño de 5 años.
Si…Bill me agrada.